Lolita Pluma fue el personaje popular más célebre de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria durante el siglo XX.
Tuvo por nombre el de Mª Dolores Rivero Hernández, llegó a este mundo el 4 de marzo 1904, accidentalmente en La Isleta, pues su familia procedía de Arucas. Conoció el parque Santa Catalina de niña por medio de su abuela que la llevaba allí cuando bajaba a la capital grancanaria. El apodo de "Pluma" le viene de herencia. Ya se lo llamaban a su abuelo y a su padre porque eran de los pocos que sabían escribir a plumas en aquel entonces.
Sus orígenes daban paso a las más pintorescas y variadas leyendas acerca de su origen o de su situación: proveniente de familia acaudalada que no entendió de sus enamoramientos, abandonada por un hombre que la sumió en un mal de amores, su renuncia a los bienes materiales… Pero aun así, no sabiendo sus motivos, su personalidad se desarrolló por los derroteros de la psicosis: murió Dolores y nació Lolita Pluma.
Era facilmente reconocible por la estrafalaria combinación y el llamativo colorido de su vestimenta. Solía lucir en el pelo muchas cintas de colores, como de si una muñeca se tratara. Su cara pintada en exceso con carmín rojo chillón en su boca y mejillas, ojos trazados con largas rayas, traslucía en su sonrisa sus encías sonrosadas sin diente alguno.
Era una mezcla de libertad, decadencia y humanidad. Vivió un momento en que era imposible ser diferente y no seguir las normas. Sus múltiples arrugas en la piel, dibujadas por el dolor y el pesar, se negaba a esconderlas.
Inseparable del Parque de Sta. Catalina, Catalina Park del apogeo del turismo en Las Palmas de Gran Canaria, por donde transitaba acompañada de sus verdaderos y fieles amigos: los gatos, a los que protegía con el manto de su cobijo. Por ahí paseaba vendiendo chicles y fotografiándose por los turistas que la inmortalizaron por todo el mundo.
Lolita falleció el 21 de febrero de 1987, a las nueve de la noche, en el Hospital lnsular, aquejada de graves problemas estomacales y por una inflamación en el hígado. Su fallecimiento causó dolor y consternación entre sus abundantes amigos del parque de Sta. Catalina. Su recuerdo permanece en una estatua ubicada en el Parque de Santa Catalina, auténtico escenario de su vida. Y como no, acompañada de su fieles amigos...
También para inmortalizar su recuerdo se creo una canción, interpretada por "Los Gofiones" y compuesta por Braulio García (ella en vida):
Hasta la próxima ;)
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