lunes, 29 de agosto de 2011

Carta a un Amigo


No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.

No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte,
a estimularte y a ayudarte si me lo pides.

No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor
y esperar a que vuelvas.

No puedo trazarte límites
dentro de los cuales debas actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.

(Anónimo)
votar

1 comentario:

Alba dijo...

Hago mías esas lindas palabras, y me agarro de tu mano, gracias por tus ánimos, mi madre sigue agonizando, apagándose como una vela, y me agarraré a ti para pasar este triste y duro camino, gracias por tu apoyo, me hace mucho bien, un fuerte abrazo y gracias por estar cuando te necesito.