No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro.
Pero cuando me necesites, estaré allí.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tu triunfo y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito a apoyarte,
a estimularte y a ayudarte si me lo pides.
No puedo impedir que te alejes de mí.
Pero si puedo desearte lo mejor
y esperar a que vuelvas.
No puedo trazarte límites
dentro de los cuales debas actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.
(Anónimo)
1 comentario:
Hago mías esas lindas palabras, y me agarro de tu mano, gracias por tus ánimos, mi madre sigue agonizando, apagándose como una vela, y me agarraré a ti para pasar este triste y duro camino, gracias por tu apoyo, me hace mucho bien, un fuerte abrazo y gracias por estar cuando te necesito.
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