jueves, 28 de abril de 2011

Leyendas de Canarias (V): Guayota

En todas las culturas siempre existe la imágen de un Dios y la de un Demonio. En nuestra cultura Canaria, como no, también los hay.

En la isla de Achinech, Tenerife, Dios es Achamán, el Sol es Magec y el Demonio se le denomina Guayota (traducido como "El destructor"), se le representaba a menudo como un perro negro, acompañado de los Tibicenas, su huésted de demonios. La siguiente leyenda narra del por qué existe el mal.

Cuenta la leyenda que, cuando el aire se vuelve espeso, turbio y caluroso, cuando las nubes se vuelven negras, cuando las aguas del mar se vuelven locas con mucho oleaje, cuando los animales estan inquietos y cuando hasta la coruja, que suele volar de noche, vuela de día todo ello presagia que Guayota esta próximo.

Un día apareció Guayota e hizo prisionero a Magec, dejando el cielo a oscuras. Los guanches, temerosos por la oscuridad y las tormentas, suplicaron a Achamán para que viniese y liberase a Magéc, quien traería nuevamente la luz y la vida. Suplicaron a Achamán para que, con su poder, los librase de todo daño.

Achamán atendió las súplicas y acudió dispuesto a defenderlos. Guayota, con Magec prisionero, se ocultó dentro de Echeide, la Gran Montaña Blanca (El Teide). La leyenda narra que Echeide era la entrada al mismo infierno, al ser un volcán aún activo y con erupciones de gran repercusión, en cuyo interior habitaba el demonio Guayota, un demonio ancestral de gran poder y guardian de la entrada al inframundo, que manejaba a su voluntad los ríos y estallidos de lava del volcán.



Achamán sabía dónde se había ocultado y fue allí a buscarle. Cuando llegó, llamó a Guayota con voz muy fuerte y alta. El suelo se abrió en truenos, estampidos y temblores que sacudían las islas más lejanas. Achamán entró en la Gran Montaña y comenzó el combate.
Por el cráter del Echeide, Guayota arrojaba humos, grandes piedras ardiendo, vómitos de lava, azufres y escorias con los que intentaba vencer a Achamán. Aire y cielo se llenó de nubes negras y piedras ardiendo volando en todas direcciones que horrorizaban a los asustadizos guanches.
Guayota continuaba vomitando fuego hasta que Achamán, al fín, consiguió derrotar a Guayota, sacar a Magec de las entrañas de Echeide y taponar el cráter. La leyenda cuenta que el tapón que puso Achamán es el llamado Pan de Azúcar, el último cono, de color blanquecino, que corona el Teide.

Desde entonces, Guayota permanece encerrado en el interior del Teide. Cuando el Teide entraba en erupción, era costumbre que los guanches encendieran hogueras con el fin de espantar a Guayota o bien, según otra versión, para que a si Guayota lograra salir de Echeide, creyera que seguía en el infierno y pasase de largo.
También era costumbre cuando subían a pastorear sus rebaños a la zona de El Teide, solían dejar ofrendas y vasijas con alimentos para que Guayota aplacará su ira.

Hoy en día se han descubiertos restos de estas ofrendas en los tubos volcánicos de El Teide. Y ejemplo de esto os dejo esta noticia, aquí.


Ya sabéis si tenéis algo que preguntarme o simple curiosidad: http://formspring.me/Porkulera
votar

No hay comentarios: